sábado, 10 de febrero de 2018

Ultreya diocesana conversión de San Pablo (Alcalá de Henares)

El día 25 de enero, día de la conversión de San Pablo,  nuestro patrón, lo celebramos con una ultreya diocesana en la parroquia de la Santa Cruz, en Coslada (municipio de la diócesis de Alcalá).

A la misma acudimos desde las distintas ultreyas de la diócesis, así como hermanos que recientemente habían vivido el último cursillo celebrado bajo el patronazgo de nuestra madre bajo la advocación de la Inmaculada, y que pudieron participar de la comunión entre nosotros.

Nos acompañó nuestro querido obispo D. Juan Antonio ReigPlà, que quiso acompañarnos celebrando la Eucaristía, en la que concelebraban con él nuestro consiliario D. Javier Ortega, así como los sacerdotes: D. Miguel Angel Pardo, párroco de la Santa Cruz, y D. Alberto González, vinculado a nuestro movimiento.

D. Juan Antonio, nos animaba a ser luz entre tanta oscuridad, a ir a anunciar al mundo entero (citando a San Pablo) la buena nueva del Evangelio, que es Cristo. Porque la salvación es para todos.

El rollo, con el título: “Servir a los hermanos en la fe”, nos hacía reflexionar sobre el servicio que prestamos, y que nos tiene que llevar a salir de nosotros mismos y pensar en los demás, para que, como San Pablo, pongamos nuestros dones al servicio del Señor en lo que nos pida.

Un servicio donde nos llame el Señor, alegre, humilde y generoso, que sea una actitud de vida; podríamos elegir el lema: Hacer de la vida un servicio.
Pertenecer al movimiento de cursillos de cristiandad es vivir en clave de servicio.

A continuación, un representante de cada ultreya de la diócesis, hablaba sobre su servicio a los hermanos en el MCC: “un regalo de Dios, porque me hace sentir valorada, aprovecha lo que hay en mí”, “nos da el ciento por uno al servir, cada uno en función de su capacidad”, “dando amor a mis hermanos, ofreciendo lo que soy y lo que tengo”, “la Palabra de Dios me ayuda a descubrir dónde Él me llama”, “he ido pasando por distintos servicios en el movimiento a lo largo de estos años, y Dios siempre te desborda con lo que te da. Con cualquier pequeño detalle se puede servir a los demás”.

“Dar gratis lo que hemos recibido gratis, responder al amor que nos da el Señor sirviendo a los hermanos con amor”.

Concluíamos con un ágape fraterno con el que teníamos la ocasión de compartir conversación y estrechar más nuestros lazos.


¡¡De Colores!!







 

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